Siempre deben viajar en el asiento trasero del vehículo.
Nunca pueden ir sobre las rodillas del conductor u otro pasajero.
Tampoco deben compartir un mismo cinturón de seguridad con otra persona, pues la fuerza de ajuste durante la colisión podría comprimir sus pequeños cuerpos y provocar lesiones internas.
Los niños que van en el asiento delantero tienen más probabilidades de resultar heridos o muertos que los que van en el asiento trasero.
Los bebés deben ir en la silla de seguridad adecuada, que es la que posee su propio cinturón de seguridad, que los sujeta desde los hombros hasta la cintura, pasando por el abdomen.
La silla debe estar siempre sujeta con el cinturón de seguridad del vehículo al asiento y es siempre preferible que se ajuste con el método estándar ISOFIX, que son unos ganchos escondidos en la unión del asiento con el respaldo de las plazas traseras.
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